Durante la sesión sobre la Ley de Presupuestos de Italia para 2026 ante las Comisiones Conjuntas de la Cámara de Diputados y el Senado, Fabrizio Balassone, subdirector del Departamento de Economía y Estadística del Banco de Italia, analizó el posible impacto de las medidas incluidas en el paquete financiero, desde la contribución impuesta a los bancos hasta la reducción de las tasas del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPEF). A continuación, se presenta la evaluación del Banco de Italia sobre el impacto de las nuevas medidas financieras.
El impacto global sobre la deuda pública
Según las estimaciones oficiales, el paquete financiero, descrito en octubre en el Documento de Planificación Económica y Financiera (DPFP), tendrá efectos insignificantes en la necesidad de financiación neta en 2026. Sin embargo, aumentará moderadamente el déficit en comparación con la legislación vigente en los dos años siguientes: en poco menos de 6.000 millones de euros en 2027 y alrededor de 7.000 millones de euros en 2028, lo que equivale a una media de 0,3 puntos porcentuales del PIB anual. Estas cifras aprovechan al máximo el margen fiscal que ofrecen las nuevas normas presupuestarias europeas, como ocurrió también el año pasado.
Ley de Presupuestos 2026: Medidas para las Familias
Se han introducido diversas medidas de apoyo a los hogares, cada una con un impacto diferente. En su audiencia, el Banco de Italia se centró especialmente en los siguientes puntos:
Reducción del segundo tramo del IRPEF
La reducción del segundo tipo impositivo del IRPEF del 35 % al 33 % supone una reducción de la recaudación fiscal de unos 3000 millones de euros anuales. Los beneficiarios serían los contribuyentes con ingresos anuales superiores a 28.000 euros, con un ahorro progresivo hasta un máximo de 440 euros anuales para quienes ganen 50.000 euros o más. Para quienes ganen más de 200.000 euros, la ventaja podría disminuir o incluso desaparecer, ya que se recortarán ciertas deducciones para compensar la reducción del tipo impositivo.
La reducción de la tasa del IRPEF para el segundo tramo de ingresos beneficia principalmente a los hogares ubicados en los dos quintos superiores de la distribución del ingreso, aunque el aumento porcentual del ingreso disponible es modesto.
Cambios en el ISEE
Para acceder a diversas medidas sociales clave, como la asignación universal por hijo, la prestación de inclusión, el apoyo a la formación y el empleo, la prima de guardería y la prima por nacimiento, se revisará el cálculo del Indicador de Situación Económica Equivalente (ISEE). El umbral de exención para la vivienda principal aumentará de 52.500 € a 91.500 €, y se ajustarán algunos parámetros de la escala de equivalencia para reducir el índice en el caso de las familias con al menos dos hijos. Según estimaciones oficiales, el gasto adicional ascenderá a poco menos de 500 millones de € anuales durante el período 2026-2028.
Cabe destacar que los cambios en el cálculo del ISEE, si se aplican también a servicios con disponibilidad limitada, como la asistencia a guarderías y la alimentación escolar, podrían alterar el orden en que las familias tienen derecho a acceder a ellos. Los hogares más numerosos y los propietarios de viviendas se beneficiarían, mientras que las familias más jóvenes y las personas con nacionalidad extranjera podrían verse perjudicadas, según estimaciones del Banco de Italia.
Efectos sobre el sector bancario
Según Fabrizio Balassone, “el impacto de las medidas fiscales contenidas en el presupuesto sobre los activos de los bancos y las compañías de seguros parece limitado, pero en general, sería aconsejable evitar frecuentes cambios inesperados en la tributación”.
“Las repercusiones en la posición general de capital de los intermediarios financieros parecen limitadas”, añadió. “El sistema bancario italiano es, en general, sólido, está bien capitalizado y actualmente se encuentra entre los más rentables de Europa. Los riesgos crediticios se mantienen bajos, gracias también a la buena salud financiera de las empresas”.
Cancelación de atrasos fiscales (“Rottamazione delle Cartelle”)
Según el informe técnico, la nueva simplificación de la liquidación de las deudas tributarias pendientes supondrá unos ingresos inferiores a 1.500 millones de euros en 2026 y una media de 500 millones de euros en los dos años siguientes, mientras que generará unos ingresos superiores a 200 millones de euros al año entre 2029 y 2036. Aunque el Gobierno espera 9.000 millones de euros en ingresos adicionales gracias al plan para 2036, esto se compensará con una disminución mayor de 9.800 millones de euros en la recaudación de impuestos ordinarios durante el mismo período.
Balassone señaló que «la evasión fiscal, como es bien sabido, perjudica el crecimiento y genera desigualdad, penalizando a las empresas y ciudadanos honestos. El paquete financiero incluye una nueva amnistía fiscal ('rottamazione'), una herramienta que en el pasado no ha mejorado la eficacia de la recaudación tributaria. Al mismo tiempo, incluye medidas que siguen la línea de las que, gracias también al creciente uso de tecnologías avanzadas, han ayudado a reducir la evasión fiscal en los últimos años».