Es posible ahorrar dinero calentando tu hogar sin contaminar
Es posible ahorrar dinero calentando tu hogar sin contaminar Pixabay

El invierno casi está aquí, y poco a poco vemos como las temperaturas son cada vez más frías. Todos sabemos lo que esto significa: es hora de encender la calefacción. Las principales ciudades italianas acaban de hacer exactamente eso, desde el 15 de octubre ciudades como Milán, Bolonia, Venecia y Turín tienen ya sus radiadores en funcionamiento. Pero el problema anual de cómo calentar una vivienda sin que las facturas se disparen es algo más complicado este año. ¡Es posible que hayas escuchado que el mundo está atravesando una crisis energética! A medida que los precios de la energía continúan subiendo, no es de extrañar que la gente esté buscando formas de reducir sus facturas.

Y aunque el problema de la eficiencia energética ha ido ganando más atención en los últimos años, a medida que el mundo se ha vuelto más consciente de la responsabilidad medioambiental, al final del día, nadie quiere que le castañeen los dientes en casa. Seguramente ahora mismo piensas que tienes que elegir entre tus facturas, la comodidad de tu hogar y el bienestar del planeta, ¿verdad? No necesariamente: tenemos diez consejos para ti, elaborados por Enea, para calentar tu hogar de forma económica y sin contaminar. Es posible ahorrar en las facturas mientras se protege el medio ambiente. Entonces, ¿por dónde empezar?

Realiza mantenimiento en tus instalaciones

Esta es la primera regla en términos de seguridad, ahorro y protección del medio ambiente. Un sistema consume y contamina menos cuando está correctamente ajustado, y cuando está limpio y sin depósitos de cal. Y si ahorrar en tus facturas, o no malgastar voluntariamente la energía y perjudicar el medio ambiente no es suficiente motivación para estar al día en el mantenimiento de la calefacción, para quienes no realicen este mantenimiento, hay una multa a partir de 500 euros (Decreto Presidencial 74/2013).

Comprueba la temperatura de tu casa

El sobrecalentamiento de tu casa puede perjudicar tu salud y tus bolsillos: la legislación actual permite una temperatura ambiente de 20 grados más una tolerancia de 2, pero en realidad 19 grados es más que suficiente para garantizar que tu hogar esté confortablemente cálido. Puede que no parezca una gran diferencia, pero puede tener un impacto descomunal. ¡Por cada grado que se baja la temperatura, se ahorra del 5 al 10 por ciento del consumo de combustible!

Presta atención a los tiempos de encendido

No tiene sentido mantener la calefacción encendida día y noche. En una vivienda eficiente, se debe retener el calor acumulado por las estructuras cuando el sistema está en funcionamiento, y se garantiza un grado de confort suficiente incluso durante las horas de parada. El tiempo máximo diario de ignición varía por ley según las 6 zonas climáticas en las que se divide Italia: de 14 horas al día para las plantas en la zona E (en el norte y áreas montañosas) a 8 horas en la zona B (áreas costeras en el sur de Italia).

Protege las ventanas por la noche

Las ventanas son uno de los elementos principales por donde puede escapar el calor. Al poner contraventas, colocas un obstáculo adicional entre el calor del interior y el frío del exterior. El simple hecho de cerrar las persianas o colgar cortinas pesadas delante de las ventanas reducirá la pérdida de calor en tu hogar.

Instala paneles reflectantes entre la pared y el radiador

Esta es una solución simple pero muy efectiva para limitar la pérdida de calor, especialmente en hogares donde los radiadores están empotrado en la pared. Esto puede ahorrar espacio en la habitación, pero reduce el grosor y el grado de aislamiento que proporciona la pared. Para ayudar a reducir la dispersión hacia el exterior, una simple hoja de papel de aluminio entre el radiador y la pared reflejará parte del calor que se perdería en la habitación, evitando así su desperdicio.

Evita obstáculos delante y encima de los radiadores

Esto es contrario a uno de los anteriores consejos: colocar cortinas o muebles frente a tus radiadores o usarlos como secadores de ropa, dificulta la difusión del calor hacia el entorno y provoca un despilfarro de energía. Y mientras intentas que el calor se difunda eficazmente por tu casa, no dejes que se vaya dejando entrar el aire. Si necesitas ventilar una estancia, el aire sólo tarda unos minutos en circular una vez que has abierto una ventana. Después, vuélvela a cerrar, o provocarás una pérdida de calor totalmente innecesaria en tu casa.

Haz que revisen tu casa

Pedir a un técnico que realice un diagnóstico energético del edificio es el primer paso que debes dar para evaluar el estado del aislamiento térmico de las paredes y ventanas, y la eficiencia de los sistemas de climatización. Una vez que tengas el diagnóstico, podrás tomar una decisión informada sobre las intervenciones a realizar evaluando la relación entre coste-beneficio. Además de reducir los costes de calefacción hasta en un 40%, cabe destacar que las intervenciones son incluso más convenientes si aprovechas las deducciones fiscales para la recalificación energética de edificios, el eco-bono te permitirá descontar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas o IRES entre el 50% y el 85% de los costes incurridos en función de la complejidad de la intervención, así como el Superbonus, con una tasa de deducción del 110%.

Elige sistemas de calefacción innovadores

Salvo en raras excepciones, desde 2015 solo se pueden instalar calderas de condensación en los hogares en italianos. Si tienes un sistema antiguo, es recomendable considerar la posibilidad de sustituirlo por uno de condensación o por una bomba de calor de alta eficiencia. Las calderas de biomasa y los sistemas híbridos (una caldera de condensación y una bomba de calor juntas) que se combinan con sistemas solares térmicos para calentar agua y sistemas fotovoltaicos para producir electricidad, también están disponibles en el mercado. Y recuerda: también puedes aprovechar las desgravaciones fiscales para estas renovaciones.

Elige soluciones tecnológicas innovadoras

Es fundamental equipar tu sistema de calefacción con una unidad de control de temperatura automática capaz de evitar picos innecesarios o cambios bruscos de potencia. La posibilidad de programación horaria, diaria y semanal garantiza un mayor ahorro energético. La domótica también promueve el ahorro: los cronotermostatos, los sensores de presencia y los controladores electrónicos permiten regular la temperatura de las habitaciones individuales y el tiempo de encendido de los sistemas de calefacción. Esto incluso se puede hacer de forma remota a través del teléfono móvil.

Instala las válvulas termostáticas

Estos dispositivos se utilizan para regular el flujo de agua caliente en los radiadores, lo que permite no superar la temperatura configurada para calentar una habitación. Estos son obligatorios por ley en las comunidades de propietarios, pero incluso en otras propiedades las válvulas termostáticas pueden ayudar a reducir el consumo hasta en un 20%.